CANALIZACIÓN DE
VÍA VENOSA PERIFÉRICA: UNA TÉCNICA FRECUENTE EN URGENCIAS.
En Urgencias, la canalización de una
vía venosa periférica es una técnica de práctica diaria. No hay día en que los
enfermeros no tengamos que hacer alguna. Suele ser una técnica que todas las
enfermeras y enfermeros con un mínimo de experiencia dominan y que se realiza
de manera protocolizada y rutinaria.
La cateterización venosa es una
técnica invasiva que permite disponer de una vía permanente de acceso al árbol
vascular del paciente. Gracias a ella podemos realizar tratamientos por vía
venosa de larga duración además de múltiples exploraciones y técnicas de
diagnóstico y tratamiento.
La cateterización periférica se
realiza con cánulas cortas semirrígidas de diferentes diámetros. Suelen estar
hechas en teflón, lo que les permite ser muy bien toleradas por los tejidos. Su
inconveniente principal es que vierten a venas con relativo poco flujo, lo que
facilita la aparición de tromboflebitis al inyectarse por ellas soluciones
concentradas o irritantes.
El problema aparece cuando encontramos
dificultades para canalizar la VVP, bien sea no localizando ningún lugar para
puncionar o por fallos repetidos en la punción. Esto, además de hacer perder
bastante tiempo al enfermero, crea gran insatisfacción entre los pacientes por
las molestias y el dolor causados y genera frustración a la profesional que
está realizando la técnica, que normalmente suele recurrir a una compañera que
a su vez ya se enfrenta a la técnica con gran tensión.
Consciente de que debía mejorar esta
técnica elegí este servicio para realizar mis prácticas. Mi falta de
experiencia en este procedimiento y mi inseguridad con el mismo, había llegado
a preocuparme hasta la obsesión. Antes de llegar a este Servicio sólo había
canalizado seis o siete vías. Lo había hecho casi siempre sintiéndome torpe,
inseguro y falto de manos. No podía abarcar todos los materiales ni realizar a
la vez todos los movimientos. Temía que mi inseguridad se transmitiera a los
pacientes, cuando precisamente hay que tranquilizarles y conseguir que superen
su miedo y su malestar.
Pero mis expectativas se han
cumplido. En un solo día he canalizado más vías que en el resto de rotatorios
de mi carrera. Observando a las enfermeras he conseguido perder el miedo y
empiezo a sentirme seguro.
Dada la importancia y habitualidad de
estas canalizaciones en el Servicio de Urgencias considero de interés explicar el
procedimiento para una buena práctica.
X El
enfermero debe informar al paciente de todo el procedimiento. Ello les da
confianza en el enfermero y seguridad.
X Preparar el material, que consiste en:
Batea.
Compresor.
Abocath
Guantes.
Gasas impregnadas de clorhexidina
alcohólica.
Tubos para obtención de muestras
etiquetados.
Llave de tres pasos.
Jeringa estéril.
Ampolla de suero fisiológico.
Apósito estéril.
X Colocar el compresor en alguno de los brazos
del paciente para dilatar la vena y palparla y verla con más facilidad. No hay
que tensionar demasiado, puesto que puede obstruirse el flujo sanguíneo. Se
puede constatar al palpar el pulso.
La palpación es la técnica de mayor
valor, si se puede percibir, ubicar y definir el trayecto de la vena la
inserción del catéter será un éxito. En caso de no palpar o visualizar la vena
intentar realizar masaje en dirección al flujo sanguíneo e indicar al paciente
que abra y cierre la mano, o directamente se busca otra vena ya sea en la misma
extremidad o en la otra.
X Impregnar la zona con clorhexidina
alcohólica. Frotar el sitio de inserción del centro a la periferia por un lapso
de 60 segundos y se deja actuar la solución por espacio de dos minutos, tras lo
cual se retira el exceso. No utilizar alcohol después de aplicar solución de
yodo, puesto que impide la actividad antiséptica residual del yodo.
X A
continuación procederemos a la inserción del catéter de la siguiente forma:
S Puncionar
la piel 1-2 cm por debajo del punto deseado. No intentar la punción de una vena
más de dos veces ya sea por falta de experiencia, estado del enfermo o de la
vena. Solicitar ayuda a otra persona.
Se ha de evitar
el uso de venas que han presentado flebitis así como puncionar las venas del
brazo del lado de mastectomía o vaciamiento ganglionar. Tampoco deben
realizarse venopunciones en miembros paréticos.
S Visualizar
el reflujo de sangre, progresar el catéter y retirar el compresor y el fiador
aplicando presión sobre la punta del catéter.
S Conectar
una jeringa con SSF y comprobar la permeabilidad.
X Fijar el
catéter con el apósito estéril que permite ver el punto de punción y facilita
la valoración (extravasación, flebitis, etc.).
La canalización de VVP puede
provocar una serie de inconvenientes o COMPLICACIONES EN EL PACIENTE:
Flebitis:
Consiste en la inflamación de una
vena debido a una alteración del endotelio. Las plaquetas migran a la zona
lesionada y alrededor de la punta del catéter comienza la formación de un
trombo. La agregación plaquetaria origina la liberación de histamina,
aumentando el flujo sanguíneo en la zona por vasodilatación. Los signos y
síntomas característicos son: dolor moderado, enrojecimiento de la zona o el
trayecto venoso, calor local, al palpar la vena tiene aspecto de cordón, puede
aparecer fiebre. Su incidencia es de 30-35%. Las flebitis se presentan por tres
tipos de causas: bacterianas, químicas y mecánicas.
La flebitis bacteriana se presenta
por presencia de microorganismos en la solución, contaminación del equipo
durante la inserción, deficiencia en la técnica aséptica (lavado de manos y
preparación de la piel) y ausencia o mala colocación del apósito. La flebitis
química se debe a la irritación de la vena por soluciones ácidas, alcalinas o
hipertónicas. La flebitis mecánica se relaciona con la infusión lenta, fijación
inadecuada del catéter, el sitio de inserción (zonas de flexión, tortuosidad de
la vena), calibre del catéter mayor al tamaño de la vena y lesión en la vena
puncionada.
Prevención de la flebitis:
La identificación y el control de
los factores de riesgo son la base para la prevención. Se debe contar con una
guía de inserción del catéter venoso periférico y un programa de seguimiento de
los catéteres que permita verificar el cumplimiento de los estándares definidos
y la identificación temprana de complicaciones.
La flebitis química se previene
mediante la utilización de de venas con buen flujo venoso para facilitar la
hemodilución, diluir los medicamentos en 30-60 mL de solución e infundir en un
tiempo de 30-60 minutos.
Extravasación:
La extravasación se define como la
salida del líquido intravenoso hacia el espacio perivascular motivado por
factores propios del vaso o accidentes derivados del desplazamiento de la
cánula o catéter fuera de la venopunción.
Los tejidos circundantes en los que
penetra el medicamento presentan una baja capacidad de neutralizar y diluir el
mismo, lo que permite que la acción irritante persista causando lesiones de
gravedad, dependiendo de las características del medicamento y la cantidad del
fármaco extravasado.
Según la agresión tisular los medicamentos se clasifican en:
Vesicantes: los cuales
frecuentemente se asocian con necrosis.
Irritantes: raramente
son necrosantes.
No agresivos o lesivos.
Los signos de extravasación están
directamente relacionados con:
Tipo de medicamento
Cantidad
Características del acceso venoso,
tipo, calibre y ubicación
Temperatura
Tiempo de evolución de la
extravasación
Concentración del medicamento
Diluyentes o viales
Factor goteo de la infusión.
Prevención de la Extravasación:
• Seguir estrictamente las normas de
venopunción.
• No utilizar vías endovenosas ya existentes a no ser que nos aseguremos previamente de su correcto funcionamiento y permeabilidad.
• Realizar una nueva punción venosa para estar seguros de la inserción correcta del catéter.
• Seleccionar cuidadosamente las venas dístales permite sucesivas punciones, más que las venas principales.
• Evitar punciones en el área de la muñeca y los dedos.
En definitiva,
estamos ante una técnica que el buen enfermero debe dominar. Espero que la
práctica y la experiencia me den algún día la destreza y seguridad que observo
en mis compañeros del Hospital.
Me alegro de que hayas podido mejorar tu técnica.
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