sábado, 13 de abril de 2013

SONDAJES VESICALES COMPLICADOS


El Sondaje vesical consiste en la inserción de una sonda en la vejiga a través de la uretra.

La técnica del sondaje urinario se debe de realizar con una técnica aséptica rigurosa, manteniéndose la sonda el mínimo tiempo preciso.



Pues bien, esta semana he tenido que enfrentarme a dos sondajes vesicales que presentaban alguna dificultad.

En el primero se trataba de una paciente de más de ochenta años de edad que presentaba retención urinaria. Apenas se le veía el orificio uretral y se encontraba confusa, desorientada y agitada. Al más mínimo contacto se asustaba y se movía continuamente. necesité la ayuda de tres compañeros más para que la sujetaran mientras yo realizaba el sondaje. No era el primero que realizaba; en otros rotatorios ya lo había practicado. pero, sin duda, ha sido el más complicado para mí. Como antes en otros hospitales, utilicé guantes estériles tratando de preservar el mayor grado de asepsia.

En el segundo, el sondaje fue a una paciente con síndrome de Down que presentaba hematuria. En este caso utilizamos una sonda vesical de tres luces para irrigación vesical. A diferencia de la paciente anterior, el meato sí era perceptible, pero tampoco se dejaba sondar, por lo que en esta ocasión también fue necesaria la colaboración de tres personas para sujetarla. Por su discapacidad, e igual que se hace en el caso de los niños, permitimos que su madre estuviera presente. Creo que en estos casos es muy importante la presencia de un familiar, ya que va a aportar tranquilidad y seguridad a la paciente.

 

A continuación vamos a examinar el procedimiento a seguir cuando se trata de mujeres:
 
• Colocar a la paciente en posición ginecológica (decúbito supino con las piernas flexionadas).

• Lavado de los genitales externos del paciente, incluyendo el interior de los labios mayores y menores (de arriba hacia abajo).

• Separar los labios mayores para exponer el meato, con el índice y pulgar de la mano no dominante, ejerciendo una ligera tensión hacia arriba y hacia atrás. Realizar una irrigación de genitales con povidona yodada.

• Si la mujer está menstruando, después del lavado y antes de la irrigación con povidona yodada, se efectuará taponamiento de la zona vaginal con gasa estéril que retirarán concluido el sondaje.

• Retirada de guantes no estériles, frotarse las manos con alcohol de 70º al menos durante un minuto y colocar los guantes estériles y paño estéril.

• Limpiar el meato con una torunda seca e introducir la sonda bien lubrificada con suavidad, pidiéndole al paciente que realice inspiraciones profundas y prolongadas, a la vez que empuja hacia abajo con los músculos de la pelvis para facilitar la penetración.

• Si se encuentra resistencia, angular ligeramente la sonda hacia la sínfisis púbica. Si no hay reflujo de orina después de insertar la sonda de 8 a 10 cm, y la paciente no está deshidratada o ha hecho una micción reciente, puede ser que se haya introducido por error en la vagina. Repetir el procedimiento utilizando otro par de guantes y otra sonda.

• En caso de que la paciente presente retención urinaria, al igual que el hombre, pinzar de forma intermitente el tubo de la bolsa colectora, para evitar hemorragias por descompresión vesical brusca.

• Una vez conseguido el drenaje de la orina, insuflar el balón, si llevara de la misma forma que en el caso de los varones.

• Anotar en la historia de la paciente la fecha de la realización de la técnica, las incidencias del sondaje, el calibre del catéter utilizado, la cantidad de orina excretada.

 
Comprobación:

• Asegurarse que la orina fluye a la bolsa colectora.
• Revisar la sujeción correcta de la sonda y bolsa colectora.
• Comprobar que el paciente conoce las indicaciones para el mantenimiento del sondaje.
• Vigilar color de la orina.
• Revisar las recomendaciones para el mantenimiento del cateterismo urinario permanente.


 


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