BOX DE PARADA
Mi único
contacto con el box de parada hasta esta semana sólo había tenido lugar para
comprobar la falta de algún material o medicamento, sus fechas de caducidad (desechando
los caducados y reponiéndolos para que en las siguientes urgencias no falte de
nada) y para asegurarnos del buen funcionamiento de los laringoscopios, del respirador
y del monitor desfibrilador. Y es que en las situaciones que se viven en el box
de parada cada segundo es vital y no podemos perder el tiempo yendo a buscar
aquello de lo que no disponemos por no tenerlo preparado en su correspondiente
lugar..
Después de
un mes en el Servicio de Urgencias hemos estado en el box de parada, no para
hacer las labores rutinarias, sino para socorrer a un paciente que estaba sufriendo
un infarto, por lo que precisaba una atención inmediata. Había sido clasificado
en el triage de Urgencias como rojo. El enfermero encargado del triage tiene la
misión de avisar a todos los profesionales del servicio de Urgencias, para lo
que acciona un timbre que emite un sonido fuerte y para mi gusto bastante
desagradable, aunque necesario para que sea audible para todos, indicándonos
que hay que acudir al box de parada a atender al paciente.
En estos
casos lo primero que se hace es monitorizar al paciente las constantes vitales
(TA, FC, SatO2) y realizarle un EKG. El siguiente paso consiste en cogerle dos
vvp, a ser posible con un abocath de gran calibre (18G), de modo que el
tratamiento farmacológico que se le vaya a administrar tenga un efecto lo más
inmediato posible. Todo esto lo va haciendo el enfermero o enfermera mientras
el médico ausculta al paciente y dirige todo el proceso. El paciente está con
oxigenoterapia desde el principio (mascarilla VMK al 31%).
En este
caso, según los datos obtenidos del EKG, el paciente presentaba un SCACEST.
El SCA se
origina por rotura de una placa de aterosclerosis con obstrucción brusca total
o parcial de la luz de la arteria coronaria.
Además, el
paciente refirió dolor torácico de más de 30 minutos de evolución.
A continuación
se procedió a la administración del siguiente tratamiento farmacológico:
-
AAS
(aspirina vo) y clopidogrel 300 mg vo (antiagregantes plaquetarios).
-
Nitroglicerina
sublingual y nitroglicerina vía iv en una ampolla (50 mg) diluida en 250 ml de
SG5% (200 mcg/ml) = 6ml/h. Se administra en bomba aumentando progresivamente el
ritmo de infusión (3 ml/h) cada 10 minutos hasta control del dolor, aparición
de efectos secundarios o reducción un 10% la PAS en normotensos y hasta un 30%
en hipertensos. La subida del ritmo debe ser progresiva para no provocar una
hipotensión brusca en el paciente, ya que la nitroglicerina es un vasodilatador
muy potente.
-
Cloruro
mórfico (10 mg/ml) en 9 ml de SF, para paliar el dolor del paciente y disminuir
su ansiedad.
- Enoxaparina
10.000 ui SC, ya que nuestro paciente pesa 90 kg y la dosis de administración
es 1 mg/kg/12 h.
Por último,
al paciente le practicaron una radiografía de tórax.
Como alumno me
limité a observar cómo los profesionales sanitarios llevaban a cabo todas estas
maniobras, dándome cuenta de la gran coordinación que tienen y la rapidez con
la que actúan a pesar de los nervios que una situación como esta producen.
En mi opinión,
esta coordinación se consigue gracias a que cada profesional sabe de qué debe
encargarse. Es un trabajo en equipo, donde cada uno es pieza esencial para
conseguir la recuperación del paciente.
Sólo una
observación negativa que se repite en todas las urgencias: cuando ocurre una
emergencia o una situación de crisis o necesidad de llevar al paciente al box
de parada, éste, que es un espacio reducido, se llena con un gran número de
profesionales sanitarios. Algunos de ellos sólo observan, dispuestos a prestar
su ayuda, eso sí, pero sin tener intervención alguna en la mayoría de las ocasiones.
Pienso que esto dificulta el trabajo de los profesionales que están actuando, pues
se reduce su movilidad y aumenta el tiempo del que disponen, imprescindibles
casi siempre para conseguir la recuperación del paciente.
Hola Germán,
ResponderEliminarLa buena organización en una situación de emergencia es vital, lo que pasa que no siempre es fácil conseguirlo, incluso pesar de llevar muchos años de profesión.
Yo también creo que sólo ha de estar presente el personal estrictamente necesario porque cuanta más gente ,más nos estorbamos.Por lo menos en mi servicio es muy difícil de conseguir y me imagino que en el tuyo pasará lo mismo: gente que quiere ayudar, gente que quier mirar, gente que quiere aprender,...
Pero es bueno que seas capaz de valorar que cuando uno no hace falta es mejor que se vaya, encima en tu caso era una persona consciente, por lo que ver tanto personal seguramente aumentó su nivel de estrés, cosa que no beneficiaba en nada a su patología.Y esto es algo de lo que muchas veces no nos damos cuenta.