TRIAGE
EN URGENCIAS (I). LA SATURACIÓN Y EL COLAPSO EN URGENCIAS.
En
Urgencias el tiempo es un factor siempre presente; puede llegar a ser vital y
marcar la diferencia entre la salvación y la pérdida de un ser humano. Por ello
es frecuente que los profesionales de este Servicio tengan muchos momentos,
demasiados quizás, en que soportan un gran estrés, a veces de forma continuada.
Todo ha de hacerse lo más rápidamente posible pero de manera organizada, sin
perder la calma, conscientes de que vidas humanas están en sus manos.
Por
otra parte, no sólo los pacientes, sino también sus familias, se muestran nerviosos,
superados por una situación que son incapaces de controlar y si la espera les parece
demasiado larga se quejan, nos transmiten su malestar, nos exigen y hasta nos
gritan. Hay que ponerse en su lugar, llegan asustados, sin saber qué hacer y
qué les ocurre, y demandan una respuesta inmediata. Pero también ellos deben
comprender que la prioridad en la atención en Urgencias no viene determinada
por el orden de llegada sino por la gravedad de los pacientes y que se ha de
atender primero a quien se encuentra en una situación más crítica. Aunque,
probablemente, para cada uno no hay nada tan importante como lo propio.
Todo
ello provoca que los nervios de los profesionales en Urgencias a veces estén al
límite. Al menos a mí, en alguna ocasión, me he sentido desbordado. Tanto, que
me tomé la tensión, y, a pesar de mi
juventud y de mi buena salud, la tenía alta. Es verdad que soy un mero
estudiante en prácticas, sin experiencia, pero después de todo lo que he
sentido, ha aumentado mucho mi admiración por los compañeros que se dedican a
esta labor. ¡Ojalá algún día yo pueda actuar con la serenidad y el acierto que
lo hacen ellos! Espero que el tiempo y la práctica me ayuden. Ellos me dicen
que será así, que todos han pasado por lo mismo.
Por
otra parte, muchas personas acuden a urgencias sin motivo suficiente. Una
conjuntivitis o un catarro, pueden ser atendidos por el médico de familia, y
acudir a Urgencias sobrecarga, satura y puede colapsar el servicio e impedir
que se atienda a tiempo a personas que realmente lo necesitan. La calidad asistencial
se resiente y el sistema deja de funcionar correctamente. No es éste el lugar
para analizar las causas que llevan a algunos ciudadanos a acudir a Urgencias
aun a sabiendas de que su situación no lo requiere, ni por qué se utiliza como vía
de accesibilidad a lo que ellos piensan que será una atención más rápida y
eficaz. Habría que educar más y mejor a los ciudadanos, para que no “abusen” de
este Servicio y acudan a su centro de salud o a su médico de familia o
establecer tal vez en estos centros de salud una atención más rápida y un
horario más continuado. El problema, sobre todo en el momento socio-económico actual,
es la falta de personal, y ello a pesar de que muchos profesionales sanitarios,
desde médicos, a enfermeros y auxiliares de enfermería, hoy se encuentran en
paro.
Para
hacer frente a estos problemas, en el Hospital de Móstoles, como en muchos
otros Hospitales de España y de Europa, se ha instaurado el Manchester Triage
System (MTS), como instrumento para organizar la asistencia con el fin de
priorizar la atención por orden de gravedad y no por orden de llegada y asignar
al paciente un área física de acuerdo con la clasificación realizada.
Se
trata de evitar que se retrase la atención del paciente y empeore su pronóstico
por la demora en su atención. Con ello se mejora la asistencia y se evita la
saturación de otros niveles. Y así, el triage se consolida como un sistema eficaz de ordenación
del trabajo asistencial, para dar respuesta inmediata a la demanda masificada
dentro de los Servicios de Urgencias de los Hospitales, facilitando el trabajo
del personal y disminuyendo la ansiedad de los enfermos y familiares ante la
espera.
El
triage de urgencias es un proceso de valoración clínica preliminar que ordena
los pacientes según su grado de urgencia, de forma que en una situación de
saturación del servicio, los pacientes más urgentes son tratados los primeros,
y el resto son controlados continuamente y reevaluados hasta que los pueda
visitar el equipo médico.
Basado
en 5 niveles de priorización, está dotado de un programa informático de ayuda a
la decisión clínica en el triage. Totalmente optimizado para ser utilizado por DUEs o
facultativos, es un programa de muy fácil uso que conlleva unos elevados
beneficios al utilizar un triage efectivo desde el primer momento. La
informatización e implantación de una herramienta como el MTS en un área de
urgencias, permite aumentar la facilidad y rapidez de aplicación, atenúa la
variabilidad de cada observador y permite obtener estadísticas a tiempo real
para adecuar los medios a las necesidades reales y los recursos a las
desviaciones puntuales.
Podemos señalar
las siguientes ventajas:
Para los
pacientes del área de urgencias:
h Proporciona información clara al
paciente sobre su estado y el tiempo aproximado de espera, ganando en
satisfacción del usuario. También se convierte en el entorno idóneo para
realizar tareas de educación sanitaria, disminuyendo la ansiedad y nerviosismo
del paciente.
h Crea un primer contacto de su
demanda con la estructura sanitaria, otorgándole una respuesta clara en función
de su estado de salud.
h Se atiende antes al más grave.
Genera confianza en el sistema.
Para el
servicio de urgencias:
h Orienta los
flujos de pacientes en función de su gravedad clínica.
h Permite, en cualquier momento del
ciclo de trabajo, la reordenación de recursos en el área de urgencias en
función de la demanda.
h Genera información útil para la
orientación de los recursos que debe disponer el área de Urgencias.
h Crea estadísticas de tiempos de
demora según escalas de priorización clínica.
Para la
dirección del centro y el servicio de gestión de la calidad:
h Da una respuesta eficaz, basada en
el paciente y en la gravedad clínica, a un problema como es la gestión de
pacientes en el área de urgencias.
h Van a ser enfermeros y enfermeras y no facultativos
los que realicen el triage.
h Permite realizar controles de
calidad de los tiempos de espera.
h Permite realizar políticas dirigidas
a dotar de recursos estables al área de urgencias en función de la gravedad y
tipología de los casos vistos. Supone un avance en las estrategias de mejora de
la calidad.
h Aumenta la satisfacción de los
usuarios del servicio de urgencias.
Observamos
así la gran importancia que tiene aquí la formación y experiencia de los
enfermeros y enfermeras, que administran el triage desde la recepción e identificación de los pacientes, siguiendo el procedimiento estabecido y que analizaremos el próximo día.
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