Igual que en otras ocasiones, cuando llegué me
recibió la profesora vinculada, que me mostró el Servicio y me presentó a mi
tutora y a algunos compañeros, con los que voy a compartir estas siete semanas.
Al principio este Servicio me ha resultado más
complicado a la hora de adaptarme, ya que cada día estoy con un enfermero
diferente, algo que no me había sucedido en los rotatorios anteriores. Sin
embargo, aunque me cueste más la adaptación, creo que esto tiene un aspecto muy
positivo, como es que puedo ver distintas formas de trabajar y quedarme con la
que más me guste y me parezca más adecuada, tanto para el paciente como para
mí.
Las
urgencias están aquí divididas en cinco zonas: Urgencias traumatológicas, Boxes
de medicina, Urgencias pediátricas, la Zona E (para pacientes en observación
previamente explorados por el médico) y la zona de clasificación, que está
situada a la entrada de Servicio y desde la que se deriva a los pacientes a las
distintas especialidades.
Una
de las cosas que más ha llamado mi atención en este primer contacto con
Urgencias es que la relación enfermero-paciente no es tan estrecha, ni tan
personal ni frecuente como en Planta. Y desde luego, no se parece en nada a la
que se produce en un centro de salud, donde el paciente va a ver a “su”
enfermero, le cuenta sus problemas, se conocen y se tratan. Aquí todo es
ocasional, breve y rápido.
Desde
mi punto de vista el trabajo en Urgencias es excesivamente mecánico, técnico,
casi trabajamos como robots. El nivel de autonomía es mucho menor que el que he
observado, por ejemplo, en el centro de salud. Nos dan órdenes y las
ejecutamos; queda poco, casi nada, para la aportación personal, para el estudio
detallado del caso y de los pacientes.
Sin
embargo, también hay cosas buenas. Estoy teniendo la oportunidad de coger vías
todos los días, cosa en la que, por mi poca práctica, tenía bastantes dudas y
me sentía inseguro. En urgencias las vías suelen cogerse en las venas de la
flexura para conseguir que el medicamento tenga un efecto más inmediato,
mientras que en planta se hace en las zonas más distales, como son la mano o el
antebrazo. Creo que saldré de aquí con muchísima más destreza en esta técnica y,
espero, que también en otras, pues también he practicado gasometrías
arteriales, sondajes vesicales (intermitente y permanente) y
electrocardiogramas (EKG).
Es
también algo distinta la forma de realizar los EKG. Hasta ahora los había
realizado colocando las derivaciones en las extremidades y en el tronco. En el
Servicio de Urgencias sólo se colocan en el tronco.
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