En Urgencias traumatológicas es necesario saber cómo deben colocarse las férulas de yeso, pues en la práctica es muy habitual que haya que realizar varias cada día. Durante el tiempo que he permanecido en este Servicio han ingresado varios pacientes a los que ha habido que colocar una férula. Han sido pacientes de todas las edades, niños, adultos y ancianos. Los niños suelen tener miedo al principio e incluso lloran. En el Hospital se sienten nerviosos y tienen miedo, pero cuando comprueban que no se les hace daño se tranquilizan y hasta se marchan presumiendo de tener puesta una escayola.
Al ser una técnica que sólo se realiza en este tipo de unidades muchos de los profesionales que se incorporan a este servicio se enfrentan por primera vez con este procedimiento. Por este motivo considero necesario explicar cómo debe realizarse la colocación de la férula.
1. Preparar el material. Venda de algodón, venda de yeso, venda de Crepé, esparadrapo, guantes, tijeras y cubeta de agua tibia.
2. Protección de la piel. Utilizamos la venda de algodón para proteger la piel del yeso y evitar que se produzcan abrasiones en la piel del paciente, de ahí que sea importante comprobar que no haya ventanas en el vendaje.
3. Confección de la férula. Para su confección se corta la férula en la longitud necesaria. A continuación se realizan dobleces repetidas de una venda de yeso, utilizando 16 capas en miembros inferiores y 12 capas en miembros superiores. En el caso de los niños el número de capas estará comprendido entre 6 y 8. Es aconsejable doblar hacia dentro el extremo final de la venda, para que al mojarla no pierda alineación la capa superior. Por último se recorta para adaptarla a la extremidad sin doblar la férula.
4. Mojado de la venda de yeso. Sujetamos la venda cuidadosamente por ambos extremos y la sumergimos completamente en agua tibia o fría (al solidificarse el yeso emite mucho calor pudiendo provocar quemaduras en el paciente), la estiramos y la dejamos colgando un momento desde una esquina para eliminar el exceso de agua.
5. Consolidación de las capas de la férula. Si la técnica es realizada por dos personas, una de ellas sujeta la venda de yeso por el extremo suerior y la otra retira el exceso de agua utilizando ambas manos. Cuando es realizado por una sola persona se sujeta la férula por un extremo y se estira hacia abajo entre dos dedos en aducción; después se repite la maniobra desde el otro extremo. Con esto retiramos el exceso de agua y evitamos la separación de las capas.
6. Adaptación de la férula al miembro. Se moldea el yeso utilizando las palmas de las manos para que se ajuste exactamnte al contorno del miembro sin que se formen arrugas o pliegues en su superficie interior que puedan provocar lesiones por decúbito.
7. Fijación de la férula. Para fijar tenemos que aplicar el vendaje sobre el miembro firmemente, pero sin demasiada presión, sin dar vueltas a la venda sobre sí misma, pues puede producir constricción local.
Lo normal es que en la colocación de la férula intervengan dos profesionales sanitarios, pero hay veces en que ello no es posible y el enfermero debe saber manejarse por sí mismo si fuera necesario. Pude ver, así, como uno de ellos supo colocarla con habilidad sin ayuda de nadie. Se trataba de colocar una férula de tobillo. situó al paciente en decúbito prono (boca abajo) con la pierna a vendar en 90º. De esta manera cosiguió que nadie tuviera que sujetar la pierna y la realizó con gran destreza.
Los tipos de férula que he aprendido a poner y que he puesto en Urgencias han sido las siguientes:
- Férula posterior de tobillo o suropédica. Se debe medir la venda de yeso desde raíz de dedos hasta 3-5 cm por debajo del hueco poplíteo, es decir, por debajo de la articulación de la rodilla. Es muy importante que los dedos de los pies estén visibles y que el tobillo forme un ángulo de 90º con la pierna (posición anatómica).
- Férula isquiomaleolar (ínguino-maleolar). La férula va desde los maleolos hasta la ingle. Es necesario reforzar de forma especial el tobillo para evitar la aparición de úlceras por presión. La rodilla debe quedar en ligera flexión (15º), excepto si existe lesión de rótula en la que ha de mantenerse en extensión completa.
- Férula isquiopédica (inguinopédica). La férula va desde las cabezas de los metatarsianos hasta la ingle. La rodilla debe estar flexionada ligeramente unos 15º, a excepción de las lesiones de rótula, en las que se mantiene una extensión completa. El tobillo, al igual que en la férula posterior, debe permancer en flexión 90º.
- Férula dorsal. Va desde la articulación metacarpofalángica hasta dos dedos por debajo de la articulación del codo. La articulación de la muñeca debe permanecer en flexión dorsal (30º). Es necesario recortarla con el fin de permitir el movimiento del prmer dedo.
- Férula dorsal incluyendo el primer dedo. Se realiza igual que una férula posterior a la que se añade una prolongación para el primer dedo. La articulación de la muñeca deberá permanecer en flexión dorsal (30º) y el primer dedo en oposición con las articulaciones interfalángicas en ligera flexión.
Tengo que mencionar el caso de un paciente al que habían diagnosticado esguince de rodilla y le habían pautado colocación de una férula. El paciente se negó alegando que no lo veía necesario y que pensaba que era suficiente el reposo para su curación. Como enfermeros, no podemos obligar a un paciente a que se someta a ningún procedimiento que éste no quiera, pero sí es necesario explicarle qué es lo más conveniente para él. Es muy importante dejar todo esto por escrito para salvar la responsabilidad de los médicos y enfermeros en el caso de que el paciente sufra un empeoramiento.